¿Alimentos para potenciar la libido? ¿Qué hay de cierto?
Ríos de tinta se han escrito, y los que se escribirán, sobre cómo potenciar la libido en hombres y mujeres. Y no es un tema banal pues de él depende, al fin y al cabo, nuestra capacidad para reproducirnos como especie.
Por desgracia, si hubiera una solución fácil, ya todo el mundo la conocería y la pondrá en práctica pero no es así. La falta de libido es una situación multicausal de compleja solución en la que se combinan elementos físicos, emocionales, mentales e incluso energéticos. Hoy nos vamos a centrar en aquellos alimentos que pueden, de alguna manera, potenciar nuestra libido o deseo sexual. Son los denominados alimentos afrodisíacos.
En prácticamente todas las culturas se da por sentado que el alimento afecta especialmente al acto sexual. Los antiguos griegos consideraban las zanahorias y los puerros “medicinas para el amor”; en varios libros clásicos árabes se recomienda una poción preparada con espárragos y yema de huevo; y según los franceses del siglo XVII, el pescado y los mariscos iban bien para hacer el amor. Los banquetes y los intercambios de comida forman parte de las ceremonias nupciales de todo el mundo. En Sri Lanka, por ejemplo, cuando una mujer cocina para un hombre significa que mantiene con él una relación íntima, y se refiere su compañero con la expresión “el hombre al que le cocino”. Así que, hoy, vamos a investigar un poco lo que dice la ciencia sobre las virtudes estimulantes de algunos alimentos, de manera que pasemos de los dichos y leyendas a la ciencia.
Una buena salud para una buena libido
El ser humano, como animal que es, conserva dos objetivos muy primarios en la vida: la supervivencia y la reproducción. Así que, parece lógico que una buena salud y una nutrición equilibrada -que aseguren nuestra supervivencia-, serán clave para poder dedicarnos y motivarnos a la reproducción. Por otro lado, cuando por una dieta inapropiada pueda alterarse el equilibrio de las sustancias químicas que llegan al cerebro, pueden desarrollarse varias condiciones patológicas como ansiedad, depresión o irritabilidad que tendrán gran impacto en el deseo y en el rendimiento sexual. Así que, lo que comemos puede tener un impacto directo en nuestra vida sexual, afectando a nuestras hormonas, a la química cerebral y a los niveles de energía y estrés.
Hoy se sabe que algunos alimentos tienen realmente efectos psicoactivos y sugestivos; otros mejoran el flujo sanguíneo facilitando la excitación; otros son materia prima para formar hormonas y neurotransmisores que faciliten la señal nerviosa; y otros, en cambio, son capaces de actuar negativamente sobre el tiroides, sobre nuestra capacidad para investir energía en todo aquello que no sea supervivencia y, por ende, sobre nuestro apetito sexual. Veamos algunos de los que nos pueden echar una mano para aumentar nuestra libido.
Listado de alimentos considerados afrodisiacos
Chocolate:
Su fama le precede así que comenzamos con él. Contiene Feniletilamina un compuesto químico que actúa como neurotransmisor y sirve de materia prima para liberar las hormonas del amor -dopamina y oxitocina- en los centros del placer del cerebro. Además, es rico en Anandamida, una sustancia química psicoactiva para «sentirse bien» y contiene Triptófano, un componente clave del neurotransmisor serotonina, conocido por promover una sensación de relajación y bienestar. Por si fuera poco, también es rico en Arginina, un aminoácido considerado la «Viagra natural» por mejorar la excitación y la sensibilidad tanto en hombres como en mujeres. La arginina es convertida en Óxido Nítrico en el cuerpo, que mejora el flujo sanguíneo y relaja el músculo liso de los órganos genitales. Asegúrate de que sea chocolate negro, con un mínimo del 85% de cacao (potencial antioxidante) y con poco azúcar.
Chiles y jengibre:
Sus principios activos, la capsaicina y los gingeroles, son primos hermanos y tienen la cualidad de potenciar la circulación sanguínea y favorecer la llegada de sangre a los órganos sexuales. Ambas especias también se consideran energéticamente «cálidas» en la Medicina Tradicional China. Generan calor y esto ayuda a que el Qi (la fuerza vital del cuerpo) circule correctamente por todo el organismo, incluidos los órganos reproductores sexuales. Intenta agregar algunos pimientos triturados en tus comidas y aumenta la cantidad gradualmente, ya que demasiada cantidad puede irritar el sistema digestivo.
Ostras:
Más allá de las similitudes físicas que se puedan encontrar entre las ostras con las vaginas, su fama de alimento afrodisiaco le ha acompañado a lo largo de la historia. Hoy sabemos que son un alimento muy potente nutricionalmente hablando por lo que su consumo suele ser recomendado para mejorar estados de salud en general y, sobre todo, lo era en épocas remotas donde determinados nutrientes no eran muy accesibles. Estar sanos y bien alimentados resultaba interesante para la sexualidad y la fertilidad. Son ricas en vitamina B12, vitamina D, hierro y zinc. Este último micronutriente está directamente ligado a las capacidades sexuales tanto masculinas como femeninas: mejoran la calidad del esperma, aumentan los niveles de testosterona, mejoran la capacidad antiox de los folículos y son ricas en dopamina, una hormona que estimula el deseo sexual.
Frutos secos:
La mayoría de ellos son alimentos muy ricos en el aminoácido Arginina, que es un precursor del Óxido Nítrico en el organismo. El Óxido Nítrico permite que nuestros vasos sanguíneos se dilaten, aumentando el flujo sanguíneo en todo nuestro cuerpo. El resultado final es una mayor intensidad y frecuencia de erecciones en los hombres así como en los tejidos del clíto o vaginales más sensibles y receptivos a la estimulación sexual en las mujeres, todo lo cual ayuda a nuestra capacidad para alcanzar orgasmos satisfactorios.
Sandías:
Esta fruta es extremadamente rica en Citrulina, un aminoácido que se puede convertir en Arginina que, como hemos dicho, se convierte a su vez en Óxido Nítrico, el gran vasodilatador. Asegúrate de incluir la parte blanca más cercana a la cáscara cuando consumas o exprimas la pulpa de la sandía, ya que la mayoría de la Citrulina se encuentra allí.
Espárragos:
Son una gran fuente de hierro, zinc, vitaminas B y vitamina E. En particular, la vitamina E participa en la estimulación de la producción de hormonas sexuales, lo que provoca un aumento del deseo sexual tanto en hombres como en mujeres.
Aguacate:
Los aztecas llamaron al árbol de aguacate ‘Ahuacuatl’ que significa árbol de los testículos por cómo esta fruta cuelga en pares en inmensos y altos árboles. Más allá de esto, aportan gran cantidad de minerales, fibra y vitamina B6; y son ricos en la sustancia antioxidante por excelencia: el Glutatión que preservará la calidad de nuestros tejidos y células sexuales de cara a la reproducción.
Apio
El apio contiene la hormona masculina Androsterona que se cree que estimula la excitación sexual en las mujeres. Después comiendo apio, se dice que la androsterona se libera a través de transpiración y funciona como una feromona para las mujeres.
Hinojo
Contando con que los estudios más importantes están realizados en ratas, sí es destacable decir que su capacidad para aumentar la libido de estos animales fue realmente manifiesta. Faltan estudios más serios para corroborar su efecto en humanos pero se cree que este potencial se debe a determinados compuestos que contiene, que imitan a la hormona femenina estrógeno. Se prevé un potencial uso para las mujeres sobre todo durante el climaterio.
Miel
Se trata de una muy buena fuente de boro, un mineral que ayuda al cuerpo a utilizar y metabolizar el estrógeno, la hormona sexual femenina. Los estudios han sugerido que, por su alto contenido en vitaminas B, es capaz de mejorar los niveles de testosterona en sangre, la hormona responsable de promover el deseo sexual y del orgasmo, tanto en mujeres como en hombres.
Regaliz
Desde la antigua China se hace referencia a su olor como particular estimulante del deseo sexual. Sus componentes (glicirricina) son capaces de mejorar el flujo sanguíneo en el organismo. En exceso, estaría contraindicado para pacientes con presión arterial alta sin compensar.
El azafrán (Crocus sativus)
Estudios relativamente recientes, del 2009, ya demostraron mejoras en el deseo y en la respuesta sexuales después de una única intervención de 10 días. Sin embargo, los resultados parece que son extremadamente dependientes de las dosis utilizadas y su consumo como condimento alimenticio no sería suficiente para reproducir estos efectos. Se necesitaría consumir como suplemento alimenticio y, aun así, seguirá siendo determinante la dosis y la biodisponibilidad del producto que predomine en la composición del suplemento.
Alcohol
Se cree ampliamente que el alcohol mejora la excitación y aumenta el deseo sexual pero los estudios han concluido claros efectos negativos del alcohol sobre rendimiento sexual. Su efecto vasoconstrictor y depresor del sistema nervioso hace que tienda a ralentizar el funcionamiento normal del cerebro, actuando como anestésico e inhibidor de la función eréctil normal y de las secreciones vaginales. A parte de estos efectos fisiológicos negativos, más difícil es determinar los efectos psicológicos del alcohol para aumentar la excitación sexual. La intoxicación puede causar desinhibición, dando a los consumidores cierta libertad mental de cara al deseo sexual. Así que, aquí habría que valorar cada situación y, si fuera el caso, recomendar siempre un consumo moderado y responsable.
Hasta aquí lo que dice la ciencia al respecto de los alimentos considerados afrodisiacos. No dudes en incluirlos en tu dieta a diario pero, sobre todo, no olvides llevar una dieta sana y equilibrada con la que el cuerpo no se sienta amenazado. Esto le permitirá sentirse tranquilo, algo necesario para despertar el deseo sexual. ¡Aprovecha estos tips en tu semana fértil!
Cómo combines los alimentos, el tiempo que le dediques a saborearlos, a olernos, a ser sensible a sus efectos, así como el escenario que seas capaz de crear a la hora de cocinar para tu pareja o para ti serán, sin duda, de mucha utilidad para mejorar el deseo sexual.
¡Y recuerda! No sólo tenemos el sentido de la vista sino también el del gusto, el del tacto, el del oído y el del olfato. Todos ellos son capaces de motivarnos y trasportarnos casi a donde queramos. ¡Arriba la creatividad y a disfrutar!
Bibliografía:
- Colbin, A. Food and Healing. Ediciones Robinbook. 2004