Una excelente profesional que me ha acompañado en todo el proceso y me ha ayudado a finalmente conseguirlo. ¡Gracias Gina!
Después de mucho tiempo intentando quedarme embarazada tuve la gran suerte de encontrarme con Gina Oller, una excelente profesional que me ha acompañado en todo el proceso y me ha ayudado a finalmente conseguirlo. ¡Gracias Gina!
Poder contar con ella en todo momento, sentirte comprendida, arropada y bien asesorada no tiene precio.
Siempre le estaremos agradecidos a Gina por su acompañamiento y asesoría en nuestra búsqueda del positivo. Gracias a sus sabios consejos, a sus recomendaciones nutricionales ¡hemos conseguido nuestro sueño! Poder contar con ella en todo momento, sentirte comprendida, arropada y bien asesorada no tiene precio. Sin duda, recomiendo a todas las parejas que se encuentren en la búsqueda de embarazo que acudan a Gina Oller.
Siempre me sentí bien asesorada y acompañada y ¡me quedé embarazada en dos sesiones! Totalmente recomendable.
Después de un aborto, un hipotiroidismo, una trombofilia y con 35 años acudí al centro Gina Oller angustiada y preocupada. Pero después de dos sesiones ¡me quedé embarazada de Emma! En todo momento me sentí muy bien asesorada y acompañada. Totalmente recomendable.
Un año de trabajo intenso pero mereció la pena. Ahora tenemos a Ona.
Después de un año intentando quedarme embarazada nos decidimos a hacernos las pruebas pertinentes para ver qué pasaba. Nos dijeron que lo teníamos difícil para quedarnos embarazados de forma natural… Y me sentí perdida. Fue entonces cuando me decidí a escribir a Gina Oller. Nos guió en todos los aspectos. Nos aconsejó sobre nuestras dudas y nos dió apoyo emocional. Fue un año de trabajo intenso pero finalmente nos quedamos embarazados de la pequeña Ona. Muchísimas gracias. Estamos súper agradecidos.
Buscábamos algo diferente, una ayuda del modo más natural posible, que nos permitiera a la vez cuidarnos y seguir luchando por nuestro objetivo de ser papás. Este pequeño gran milagro tiene mucho de vuestro trabajo. ¡¡Felicidades a todos!!
Todo empezó hace unos tres años, cuando creíamos que algo aparentemente tan sencillo como quedarnos embarazados se convertiría en uno de nuestros objetivos principales, así como uno de los mayores retos de nuestra vida.
Después de 2 años sin éxito y habiendo consultado a muchos especialistas, con las pruebas correspondientes, nadie supo decirnos qué estaba pasando. Todos los médicos se aferraban, como siempre, a la única razón fácil y evidente: mi edad. En ese momento, cuando decidimos ser papás, yo tenía 36 años y Marco 30, lo que significaba que yo había cruzado el umbral de los 35 y que, a partir de ese momento, la curva de la reserva ovárica caía exponencialmente.
En vista del “no éxito” con el método “tradicional” durante este tiempo decidimos hacernos una inseminación artificial, sin éxito también. Dimos, entonces, el gran paso de ir a por la in vitro y, después de recibir el tratamiento pertinente, conseguimos quedarnos embarazados en el primer intento. No nos lo podíamos creer, era maravilloso. Después de 3 años y muchísimos quebraderos de cabeza lo habíamos conseguimos. El proceso fue difícil, con demasiadas emociones encontradas y sumado al “popurrí” hormonal, para mí fue una bomba de relojería. Pero funcionó y eso nos hizo muy muy felices.
Desgraciadamente y después de haber dado la noticia a las personas más allegadas, sufrimos un aborto a las 8 semanas. ¡No podíamos creerlo! Pero la naturaleza es sabia y decidió que así fuera y así fue. Nuestra tristeza y frustración fue tal que decidimos parar un tiempo y dedicarnos a nosotros, a querernos, a cuidarnos emocional y físicamente. Aunque en realidad el objetivo seguía siendo quedarnos embarazados, todo lo que hicimos nos valió para cambiar nuestros hábitos: pilates, dejar de fumar, no café, no alcohol, comida sana, ayuda psicológica para superar la pérdida… Así fue como conocimos a Gina.
Buscábamos algo diferente, una ayuda del modo más natural posible, que nos permitiera a la vez cuidarnos y seguir luchando por nuestro objetivo de ser papás. Desde el primer momento Gina nos explicó las opciones que teníamos de forma positiva y realista. Gina es genial, está muy acostumbrada a trabajar con parejas con este tipo de problemas lo que le confiere una sensibilidad e inteligencia emocional que ayuda mucho en todo el proceso.
Empezamos con los masajes con los rebozos, de los cuales disfruté desde el primer hasta el último minuto. Notaba cómo mi cuerpo iba cambiando tras cada sesión y así se lo comunicaba puntualmente a Gina. Hacíamos estos masajes en el momento preciso del ciclo, siguiendo las indicaciones de Gina, y la constancia fue la clave del futuro éxito. De eso estoy segura. No fallamos ni un solo mes. La acupuntura fue otro de los tratamientos que seguimos y que estoy segura de que aportó, por un lado, equilibrio físico a mi naturaleza pero, sobre todo, equilibrio emocional. Empecé a sentirme mucho más alineada, centrada y positiva.
Recuerdo también que tomé unas infusiones que me ayudaban a tener una ovulación más regular y un mejor flujo menstrual. Y por supuesto, las sesiones de terapia de pareja con Lidia que nos ayudó a sacar todo, a limpiar la mente, a aceptar al otro y a nosotros mismos…
Y así fue como llegó nuestro pequeño milagro después de un año, justo cuando nos habían llamado de la seguridad social para hacernos, de modo gratuito, otra in vitro. El mes antes de esta opción por la seguridad social, en agosto del 2018, conseguimos quedarnos embarazados ¡con el método tradicional! Y digo tradicional porque la palabra natural no termina de convencerme cuando estás en estos procesos…
Pero la historia no termina aquí. En la primera ecografía nos confirmaron que no solo estábamos embarazados sino embarazadísimos. Venían dos preciosas nenitas. (Lo de nenitas lo supimos después, claro).
No podíamos creer nuestra suerte. La sorpresa fue tal que hubo momentos donde estábamos abrumados, pero sabemos que no todo fue suerte sino constancia, dedicación y la ayuda de grandes profesionales que estuvieron apoyándonos siempre y en todo momento.
Durante los 9 meses de embarazo seguimos en el centro de Gina Oller con la acupuntura y la terapia con Lidia. Tuvimos un embarazo “pletórico” lleno de alegría, sin vómitos y sin dolores. A pesar de ser un embarazo gemelar, donde parece que los síntomas en la mamá suelen ser mayores, no fue así en nuestro caso. Hoy tenemos dos preciosas nenas, Mía & Vera, fruto del amor de Marco & Bea y de su constancia y voluntad, empujados por un golpe de suerte y apoyados siempre por un equipo de grandes profesionales.
Gracias Gina, Lidia, Laura por vuestra ayuda. Este pequeño gran milagro tiene mucho de vuestro trabajo. ¡¡Felicidades a todos!! Un abrazo fuerte de los 4.
Gina es como un ángel de la guarda en el difícil camino de la búsqueda de embarazo, en el que todo son incógnitas y miedos. Aparte de saber todo lo que hay que saber, hace un acompañamiento durante todo el proceso con una gran calidad humana y profesional. A nosotros nos ha ayudado muchísimo, estamos muy agradecidos.
En algunos momentos fue duro pero ellos siempre están ahí. Gracias por darme el mejor regalo de la vida.
Recomiendo a todo el mundo el centro Gina Oller por cómo te apoyan y todo el cariño que te dan en este proceso que, a veces, es tan difícil y desesperante.
Por lo que me decía todo el mundo, yo pensaba que mi infertilidad era más un problema psicológico y resultó ser que no. ¡¡¡¡Gracias a Gina y su equipo lo conseguí!!!! En algunos momentos fue duro pero ellos siempre están ahí. Gracias por darme el mejor regalo de la vida. Sin vosotros no hubiera sido lo mismo.
¡¡¡Un besazo a todo el equipo!!!!
Una experiencia única. En apenas tres meses teníamos nuestro positivo.
¡Una experiencia única! Después de casi un año intentando quedarme embarazada conocimos a Gina y decidimos ponernos en sus manos. Y qué decir de su profesionalidad… ¡Es estupenda! ¡Toda ella es Genial!
Ha sido una experiencia corta pero muy satisfactoria ya que, en apenas tres meses, ya teníamos nuestro positivo. Da gusto tener personas así de profesionales al alcance, te dan mucha tranquilidad: si tienes una duda ahí están para resolverla.
¡Gina! ¡Ha sido un placer conocerte!
Mi nombre es Anna y tengo 31 años, mi pareja tiene 33. Encontré a Gina en un momento de desesperación por intentar quedarme embarazada el pasado mes de abril. Con ella encontré la calma que hacía falta en mi vida, nos resolvió muchísimas dudas y se preocupó por intentar conseguir ese positivo. Cambié hábitos en mi vida, alimentación, ejercicio y algunas pautas que nos marcó. Tuve suerte y me quedé embarazada muy rápido, al cabo de un mes, vi el positivo, y pensé que ya lo tenía todo echo. Gina en todo momento fue muy cauta, pero yo ya pensaba que nacería me precioso bebé en enero y estaba todo echo. A las 8 semanas tuve un aborto diferido y lo pasamos muy mal, primero fueron pastillas abortivas, no terminé de expulsarlo, y en junio me practicaron un legrado. Fue todo muy doloroso tanto a nivel físico como a nivel emocional y toqué fondo por primera vez en mi vida. En todo este proceso, Gina ha estado en todo momento pendiente de mi. No estaba tranquila con mi aborto y nos hicimos pruebas de fertilidad. Y a mi me encontraron hipotiroidismo, concretamente un Hashimoto. En agosto empecé a medicarme, y me dieron el OK para poder empezar una nueva búsqueda siguiendo la medicación. Así que con todas mis fuerzas retomamos la búsqueda y me hice mi primer masaje de fertilidad con Sabine (del equipo de Gina) que es un amor, retomé el ejercicio físico, continué con mis buenos hábitos de alimentación y en septiembre me volví a quedar embarazada.
Con Gina, he encontrado el apoyo y la calma que he necesitado en un momento tan crucial y delicado en mi vida. Me he sentido muy apoyada, y he recibido los mejores consejos en cada momento. La echaré mucho de menos tanto a ella como al equipo. Un vez más, gracias por todo lo que te has preocupado por nosotros, te echaremos de menos
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