Si estás pensando en ser mamá, ¡Este es tu libro!
Todo lo que necesitas saber sobre la fertilidad natural y la reproducción asistida en tu búsqueda del embarazo
En estas páginas encontrarás respuesta a todas las dudas que puedas tener sobre la fertilidad y la concepción cuando empiezas a plantearte ser mamá. Desde la verdad sobre factores como el momento vital «ideal», la reserva ovárica, la calidad espermática, la infertilidad y la esterilidad, hasta las circunstancias que pueden llevar a la reproducción asistida y cómo prepararte para ese proceso, aquí encontrarás información rigurosa que te permitirá decidir con conocimiento de causa, además de una voz amiga que te acompañará a lo largo del camino.
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INTRODUCCIÓN
«Nací en el seno de una familia de médicos. Mi hermana es la tercera generación de una saga de cirujanos vasculares. No obstante, a mí, la medicina como tal no me llamaba, aunque sí todo lo relativo a la biomedicina, ya que quería intentar entender qué ocurría en cualquier proceso biológico.
Por eso decidí estudiar la carrera de Biología. La biología me ha proporcionado una manera de ver el ver el mundo amplia y curiosa, desde entender un ecosistema cambiante a la elegancia de una doble hélice de ADN. Si tuviera que repetir, sin duda repetiría.
Dentro del campo de la biología me especialicé con un máster en Biología Molecular y Biomedicina. Tenía bastante claro que me iba a dedicar a la genética. Sin embargo, un evento casi fortuito hizo que me enamorara de un nuevo campo y virara mi trayectoria profesional.
Resulta que un verano realicé unas prácticas extracurriculares en un centro de reproducción asistida, y eso dio un giro a mi vida. Me fascinó sobremanera cómo se obtenían los ovocitos, cómo se valoraban las muestras de esperma y cómo se llevaba a cabo la fecundación. Sentía emoción al ir cada día al laboratorio y ver cómo prosperaban los embriones. Me entusiasmaba conocer las apasionantes historias de las mujeres y las parejas que estaban pasando por ese proceso lleno de incertidumbre. Por eso, sin remedio alguno, al acabar esas prácticas, me matriculé en un segundo máster especializado en Reproducción Humana y Reproducción Humana Asistida.
Con los años me llamó la atención todo lo relacionado con la preparación para el ciclo de reproducción asistida, así como lo relativo a la fertilidad natural. ¿Hasta qué punto había plasticidad y capacidad de recuperación de la fertilidad? ¿Qué podían hacer las personas para mejorar su fertilidad y mejorar las tasas de éxito del laboratorio en ciclos de reproducción asistida? ¿Cómo podía dar apoyo a la vivencia emocional de ese proceso tan intenso? Me planteaba mil preguntas como esas. Así que seguí formándome: cursé una especialización en Nutrición Clínica e inicié mi segunda carrera, Psicología.
Así que con treinta años estaba estudiando la segunda carrera y emprendiendo a la vez. Creé un espacio de asesoramiento y acompañamiento en fertilidad que tenía cada día más pacientes. Pero, de repente, de forma inesperada, mi madre enfermó. Desde que ingresó en el hospital hasta que falleció pasaron exactamente cincuenta y un días. Fueron cincuenta y un días muy intensos que no nos dieron para despedirnos ni para hacernos tan siquiera una idea.
Pocos meses después, ese momento vital me removió por dentro y me hizo plantearme por primera vez la maternidad. Sin embargo, aún no era el momento, ya que, aunque tenía una pareja estable y estábamos bien, él estaba a punto de empezar un nuevo proyecto laboral.
De todas formas, al dedicarme al ámbito de la reproducción, aproveché la ocasión para hacerme la primera analítica para saber cuál era mi reserva ovárica y mi función ovárica. En aquel entonces tenía 31 años, y cuál fue mi sorpresa al comprobar que tenía una reserva ovárica baja. Eso quiere decir que la cantidad de óvulos que contenían mis ovarios era menor que los que cabría esperar en una mujer de mi edad, cosa que repercutía directamente en mi tiempo de vida fértil. Podríamos decir que mis ovarios tenían una edad mucho más avanzada que mi documento de identidad.
Por desgracia, pocos meses después de realizarme el análisis, mi pareja enfermó. Pasamos los cinco años siguientes entre médicos, pruebas, diagnósticos y tratamientos varios. Una vez más, no era el momento.
Pero como sabía que lo importante era tener información, aun sin buscar embarazo ni saber cuándo lo podría buscar, en esa época mi pareja y yo nos hicimos todas las otras pruebas de fertilidad básicas, desde analíticas hormonales (en mi caso) hasta el cariotipo (en ambos casos) y el seminograma (en el de él). Y, ante la incertidumbre de cómo se desarrollarían los acontecimientos, al cabo de un tiempo prudencial me volví a repetir las analíticas de reserva ovárica. No dejaron ninguna duda: mi reserva ovárica era baja.
Así que, teniendo claras las cartas, y aún con cierto margen, a mis 33 años decidí congelar óvulos: una decisión personal e intransferible, pensada y ejecutada con planificación y preparación. La idea es que, con este libro, tú también tengas las herramientas para conocer tu reserva ovárica, puedas decidir sobre tu fertilidad y te puedas preparar tanto para la búsqueda natural como para un proceso de reproducción asistida.
En la vida pueden pasar muchas cosas que no podemos controlar. Sin embargo, hay otras cosas que sí podemos controlar y, en mi caso, sabiendo que aún estaba en la franja estadística en la que la calidad de los óvulos es buena, decidí empezar mi primera estimulación ovárica, un proceso médico en el que se impulsa la producción y maduración de un número mayor de óvulos de los que madurarían de manera natural. Dadas las características de mi reserva ovárica, tuve que hacer dos rondas de estimulación y congelación de ovocitos. Y de no habernos pillado la pandemia de por medio, hasta hubiera sido recomendable hacer una tercera.
El hecho de tener mis ovocitos congelados a los 33 años me dio paz, me generó una calma importante. Aunque no hay nada absolutamente seguro en esta vida, sin duda, en mi experiencia personal, he vivido todos estos años mucho mejor al tener mis ovocitos congelados que si no hubiera dado ese paso.
Mi mayor ilusión es acompañar a mis pacientes para que vivan la búsqueda del embarazo con confianza y apoyo, sea cual sea el camino que decidan tomar. En estas páginas he volcado todo lo que he aprendido en mis años de experiencia, abordando de manera integral la fertilidad, la búsqueda del embarazo y la reproducción asistida para dar respuesta a todas las dudas que puedas tener sobre la fertilidad y la concepción. Juntas, conoceremos las claves de la fertilidad femenina y masculina. También exploraremos todo aquello que potencia nuestra fertilidad y cómo gestionar las emociones y los aspectos psicológicos durante la búsqueda del embarazo. Además, analizaremos todas las técnicas de reproducción asistida: cuándo son necesarias, a quién se dirigen y cómo prepararnos si las necesitamos.
Este libro no solo contiene mi experiencia profesional, sino que hay una parte de experiencia personal que espero que te sirva. La encontrarás cuando veamos la parte emocional de los procesos de reproducción asistida —cómo recibir los resultados de las analíticas, cómo afrontar las ecos, cómo es el proceso paso a paso…—, y también la encontrarás cuando hablo de la búsqueda del embarazo natural. Y es que tengo la suerte de poder estar escribiendo estas palabras mientras esperamos nuestro primer hijo a mis 37 años, con toda la ilusión del mundo, así como cogida de la mano de todos mis miedos, con los que intento convivir y conocer cada día mejor. Espero que la experiencia personal que vayas encontrando en este libro, más allá de la vertiente profesional, te ayude en tu camino a la fertilidad, siempre lleno de dudas, pero también de amor, sobre todo, mucho amor».